No solo de eléctricos vivirá el transporte

En 2030, todavía el 70% de la flota europea de vehículos será de combustión, situación especialmente relevante en el caso de los camiones pesados. Por eso hay que empezar por “rejuvenecer” un parque de camiones que en España el 80% supera los diez años de media.
Hace ya bastantes meses
que hablamos sobre la necesaria transición que tiene que acometer el transporte por carretera en general y el de
mercancías en particular, hacia propulsiones más limpias, nuevos combustibles que nos acerquen a la estrategia
diseñada desde Europa para alcanzar la descarbonización de aquí al 2040.
Puede parecer mucho
tiempo, pero no lo es. Sobre todo, si tenemos en cuenta que son varios los
factores que tienen que conjugarse para que el sector del transporte por
carretera pueda realmente realizar esa enorme transformación que se le está
pidiendo. Vehículos, infraestructuras, legislación…si alguno de estos elementos
falla, este proceso está seriamente comprometido…y eso nos tememos que es lo
que está pasando.
El Parlamento Europeo aprobó en 2019 la primera
normativa de la Unión Europea (UE) para mitigar el impacto de los vehículos pesados en el calentamiento global, que
obliga a los fabricantes de camiones a
reducir sus emisiones de CO2 un 30% en 2030 respecto a 2019, con una senda
intermedia del 15 % en 2025. A estos límites fijados para el transporte pesado
se unen los establecidos también para 2030 para los coches nuevos con un
objetivo de reducción de 37,5% y del 31% para las furgonetas, ambos con
respecto a 2021.
La realidad es que, a
día de hoy, apenas un 2% de los vehículos pesados vendidos en la Unión Europea
están impulsados por alguna de las llamadas energías alternativas, y aquí está
incluido el gas natural. En un encuentro
reciente en el I observatorio del Vehículo industrial, seis
de los principales fabricantes de camiones presentes en nuestro país
fueron preguntados por la posibilidad de alanzar el año 2025 con una venta de
2.000 camiones eléctricos totales entre todos ellos en España; solo la mitad de
ellos lo creía posible…y se trata de menos de un 10% del mercado de camiones
español de más de 3,5 ton.
La realidad es que, a día de hoy, apenas un 2% de los
vehículos pesados vendidos en la Unión Europea están impulsados por alguna de
las llamadas energías alternativas, y aquí está incluido el gas natural
Claro que igual no haría
falta hacer esta transición tan drástica para la que las empresas transportistas no parecen estar
preparadas. Para empezar, hay que partir del hecho de que, hoy en día, el 80%
de los camiones que circulan por nuestras carreteras tiene más de diez años, y
según Faconauto, la patronal de los
concesionarios oficiales, los motores de combustión aún tienen por delante un
largo recorrido. De hecho, calculan que, en 2030, todavía el 70% de la flota
europea de vehículos será de combustión, situación especialmente relevante en
el caso de los camiones pesados.
En este contexto, cobra
especial importancia que las medidas incluidas en el “Objetivo 55” de la Unión Europea se trasladen al
sector del transporte mediante estrategias nacionales realistas e
integrales. Esto, traducido, quiere decir que, aunque parece obvio que el
futuro del transporte pasa por la electrificación,
deberían tenerse en cuenta todas las tecnologías presentes en los
vehículos industriales. Y aquí hay que incluir necesariamente los eficientes
motores de combustión actuales, que aún siguen desarrollando los fabricantes y
mejorando con cada nueva serie, favoreciendo el achatarramiento de buena parte
de ese parque circulante que es verdadero causante de gran parte de las
emisiones actuales del transporte profesional, así como los
biocombustibles, los combustibles sintéticos o el hidrógeno.